El gobernador Alfonso Durazo Montaño hace en su gestión, lo que ninguno otro gobernante en Sonora quiso hacer, algunos por desdén, otros por desprecio, unos más por ausencia de iniciativa, lo peor es que hubo algún gobernante que con dolo se atrevió a destruir el patrimonio histórico de los hermosillenses.

Pues bien, Durazo Montaño está rescatando el orgullo y la identidad de Hermosillo, su centro histórico y su patrimonio, recordando de paso que la capital sonorense es un lugar lleno de historia, que bien valdría varios simposios y debates.

Este lunes el gobierno de Durazo entregó a los locatarios del Mercado Municipal la total reconstrucción del mismo, con una inversión de 120 millones de pesos, se trata del corazonistas mismo del comercio de Hermosillo, cuya apertura data del año 1910.

El significado es mucho, las memorias son más. Se trata de un recinto que lo mismo impulso el crecimiento de la capital, como el escenario de incontables actos y mitines políticos. Ahí por ejemplo se llevan an a cabo los mitines de la candidata a la presidencia de la izquierda, Rosario Ibarra de Piedra, ahí hacíamos las marchas contra la imposición de las Ley 4 los estudiantes de la Universidad de Sonora en 1991, también ese recinto fue testigo de la persecución contra los jovenes en los años 60 y 70 y de la guerra sucia del régimen del PRI.

El gobernador Durazo le ha dicho a quien le quiera escuchar que el es originario del “Sonora Profundo” y en efecto el nació en un pueblo de la sierra alta, llamado Bavispe, sin embargo sus conexiones con la capital son sólidas y su entendimiento del legado histórico que está obligado a rescatar y defender es mucho.

Hermosillo es la esencia de ese Sonora profundo que refleja Durazo en su estilo personal de gobernar, ni se entiende a la sierra sin la capital, no se entiende a Hermosillo sin la herencia de las comunidades de esa serranía. Son dos caras de la misma moneda.

Los habitantes de Hermosillo estaremos eternamente en deuda con él y es en efecto esas ganas de recuperar el esplendor de lo que es el Hermosillo histórico, que en su tiempo fue una de las capitales más cosmopolitas de México con grandes y modernos cines como el Sonora y el Nacional, con hoteles de primera categoría que recibían a las celebridades de la época de oro y que brindaban además grandes espectáculos, es todo un tema.

El centro de Hermosillo ha sido escenario de todo tipo de casos y cosas, desde el primer bombardeo aéreo de que se tenga data, a cargo de las fuerzas de Pancho Villa, hasta el diseño del Plan de Hermosillo, que después se llamó Plan de Agua Prieta, para derrocar al usurpador Victoriano Huerta.

Ahí fue donde Venustiano Carranza se unió a los sonorenses, Plutarco Elías, Calles, Alvaro Obregón y Adolfo de la Huerta para dar forma al ejercito constitucionalista y acabar con la dictadura.

Las memorias de la capital de Sonora son tan extensas como la historia moderna de México y ese mercado municipal, ha sido el escenario.

Tengo memorias muy fuertes de ese lugar, son historias de familia y de arraigo en mi tierra, y por eso da un gusto enorme el esfuerzo que hace el gobernador para rescatar ese edificio y todo el centro histórico de la capital.

Con la entrega del Mercado Municipal N.º 1 de Hermosillo, Sonora vive uno de los momentos más significativos en materia de rescate patrimonial y urbano de las últimas décadas.

Es de hecho es la segunda intervención más importante en un inmueble histórico de la ciudad en 40 años, después de la transformación de la antigua penitenciaría en el Museo Regional de Sonora.

La visión es poner al patrimonio en el centro de la planeación urbana, reconociendo el valor de la historia como motor de identidad, turismo y economía.

Técnicamente el edificio se reconstruyo totalmente, respetando las dimensiones, las fachadas y se tuvieron todos los cuidados, al grado de que los materiales usados están certificados para restauraciones patrimoniales, como los productos MAPEI empleados en la Catedral de Notre Dame.

Este logro es posible gracias a la visión del gobernador Alfonso Durazo Montaño, quien apostó por dignificar el patrimonio histórico y devolverlo a su gente.

La obra cumple con uno de los principios de su administración: rescatar espacios públicos con profundo valor social y cultural.

Este es uno de los pasos más profundos en el empeño de rescatar a Hermosillo y a su centro histórico del abandono y deterioro en que cayó y del ánimo comercial de derribar todo lo viejo, para construir modernos edificios, como pretendieron gobernadores como Eduardo Bours y Claudia Pavlovich.

Adicionalmente se están rescatando vialidades y se construye un nuevo circuito peatonal, con la finalidad de promover una mejor convivencia en las calles del hasta hace no mucho tiempo abandonado centro de la capital, que lamentablemente se convirtió el hogar de vagos, prostitutas y drogadictos, justo por la decadencia que trae el olvido.

Ahora con este nuevo empuje, se espera que el centro histórico recupere su esplendor y por lo tanto su atractivo.

Este proyecto es parte de la transformación que el Gobernador Alfonso Durazo realiza en Sonora y en donde se comprometió a invertir 50 millones de pesos en el Museo Regional de Sonora y hacer un corredor cultural en el primer cuadro de la ciudad.

Ese es un empeño que por décadas la sociedad sonorense le agradecerá al hoy gobernador.

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