Pasión por los Negocios

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Evaluando al diputado y al Congreso

Por Demian Duarte

Si que resultó interesante el ejercicio de evaluación de la actividad de los 33 diputados que integran el Congreso del Estado, desarrollado por el Comité Ciudadano de Evaluación del desempeño legislativo, que se estrenó con un nuevo formato, en busca de las claves de lo que se hace en ese lugar que llamamos recinto legislativo.

Dicha instancia ciudadanizada, que integran el maestro Aquiles Fuentes Fierro, los empresarios Jesús Gámez García y Martha Irene Alvarado, además de María Elena Carrera Lugo y el profesor Manuel Montaño Barceló, presentó los datos del primero corte, que va del 15 de septiembre de 2015 al 30 de agosto del 2016, planteando que en general lo diputados hacen un esfuerzo razonablemente satisfactorio, aunque con mucho espacio para mejorar.

Me llamaron la atención varias de las frases de Aquiles Fuentes, quien hizo de vocero del comité para presentar este primer corte, quien de entrada señaló que les pusieron la vara bastante alta a los diputados, y que en función de eso se tuvieron 3 tipos de resultados.
Primero, y creo principal, se refirió a la calidad del trabajo legislativo, en donde por usos y costumbres, inercias y estructuras, la 61 legislatura en su conjunto tuvo un desempeño que se puede calificar de entre 6 y 7 de calificación (en escala del 1 a 10), esto significa según el también maestro universitario, que los diputados pasaron de panzazo.

Ahora, si tienen estrellita en asistencia al pleno y a las comisiones, con 95 y 88% de presencia, lo cual es sobresaliente, así como también en el volumen de trabajo que aportar y sacan.

Es cualitativo y también cuantitativo el examen que se les hizo. Sin embargo tengo la sensación de que el hecho de que les dijeron que apenas pasaron, y que tienen entonces mucho espacio para mejorar, no les gustó para nada a los coordinadores Epifanio Salido Pavlovich, Moisés Gómez Reyna y Fermín Trujillo, a quienes por supuesto les pegaron donde más les duele, pues yo he visto directamente como buscan esfuerzas al máximo y les exigen a los diputados de sus bancadas hacer lo mismo a fin de tener productividad legislativa, y avances en cuanto a leyes que son importantes.

Tal es el caso de todo el marco jurídico relacionado con el nuevo sistema de justicia penal, asunto que absorbió gran parte de la energía del primer tercio de la legislatura. También, me consta, el asunto de la equidad de género, fue uno de los grandes temas, aunque los diputados debieron invertir enorme cantidad de tiempo al marco normativo del propio poder legislativo y otros temas que pudieran parecer secundarios.

El mensaje directo que el Comité Ciudadano quiso dejar a los diputados es que cantidad —de iniciativas, propuestas, acuerdos, etc.— no necesariamente es lo mismo que calidad, y que calidad significa legislar en toda la extensión de la palabra, es decir, sustentar bien los temas, determinar por qué realmente son materia importante y urgente, investigar, no solo lo que ocurre en Sonora, sino en el plano nacional e internacional, socializar bien los temas, convocar a foros de consulta, y al final, votar en consciencia, de acuerdo con el interés superior del ciudadano, y no solo en función de la línea que les está dando su partido, o los intereses cercanos al diputado.

Claro hay diputados que son estrellas en ese tinglado, que se llama Congreso del Estado, los que llevan las propuestas, los que suben a tribuna, los que abonan con su sapiencia el debate legislativo, y no hacía falta que llegara la evaluación para saber quienes son, yo le podía decir desde antes que los mismos coordinadores están en ese grupo, además de las priistas Flor Ayala y Kitty Gutiérrez, que son de las que mayor participación tienen, o bien en el PAN Luis Serrato Castell o en el PRD un bien informado Juan José Lam Ángulo.

Después vienen los diputados de la polémica, como Javier Dagnino o Célida López, la misma Carolina Lara Moreno, o Carlos León del Movimiento Ciudadano. Existen otros que son grises, que escasamente participan, pero que son hipersensibles a lo que se dice o se deja de decir de ellos.

En sí el Congreso es como una dimensión paralela, en el que hay reglas escritas, que imperan sobre él como la Ley de la Gravedad sobre el universo, pero hay otras no escritas, que todos conocen, pero escasamente se mencionan, aunque todos saben que están ahí, como la idea de que el agua moja, o que la tierra gira sobre su eje.
El asunto es que es complejo cambiar inercias, usos y costumbres y menos esas reglas de la noche a la mañana, y aunque hay avances importantes, como por ejemplo la nueva regla de que el quórum legislativo lo da la mitad más uno (17 diputados), estos cambios van poco a poco.

Creo que a los diputados de la 61 Legislatura les fue bastante bien con esa primera evaluación, creo que les irá mucho mejor en la segunda.
El asunto es que es necesario que los ciudadanos veamos más seguido en el pleno asuntos realmente trascendentes en discusión y no temas y asuntos que solo a los políticos interesan. Esa parte y la muy necesaria socialización de los asuntos que ahí se ven, le darán al trabajo de los diputados, ese encanto, tan complicado de tener, para un trabajo de por sí árido para el ciudadano, pero tan importante para el estado.

***

Por cierto, será el 15 de marzo y no antes cuando se dé el relevo en el mando de la bancada del PAN en el legislativo estatal, entrará Luis Serrato Castell a la coordinación y saldrá para mantenerse en su curul Moisés Gómez Reyna, quien creo que ha hecho un buen trabajo. Así se estableció el acuerdo de la coordinación rotativa desde un inicio y por supuesto que un pacto entre caballeros es para cumplirlo.

Correspondencia a demiandu1@me.com
En Twitter @demiandu
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