Una historia de éxito comienza a tomar forma, y esto es el papel que juega la economía mexicana con indicadores sumamente favorables, como la captación de inversiones extranjeras y nacionales, el alza en los ingresos de la clase trabajadora, la reducción de la pobreza, la reinstalación de la movilidad social y uno muy especial por su inmediatez, que es el tipo de cambio peso-dolar.
Hoy los “analistas” y “expertos” financieros de la oposición mediática tratan de ocultar este hecho, no dicen que al cierre del gobierno de Andrés Manuel López Obrador el predio del dólar se ubicó en 19.69 pesos la unidad y que a la fecha el precio de un dólar es de 19.05 pesos, es decir hoy 8 meses después el precio de la divisa norteamericana es 64 centavos más barato y que la tendencia es claramente de fortalecimiento del peso.
La explicación que dan cuando abordan este fenómeno financiero es que el dólar o la economía de Estados Unidos está débil.
Y claro exacerban cualquier dato que pueda tener trazas de ser negativo, como la inflación, que al cierre de mayo se ubicó en 4.42%. Rápido olvidaron la hiperinflación de los gobiernos neoliberales.
Niegan y reniegan lo que antes afirmaban, y es el hecho de que la fortaleza del peso es equivalente de manera proporcional a la confianza que hay en el país. El mercado cambiario se mueve de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda y los capitales del exterior para ingresar al mercado financiero mexicano deben hacer el cambio de dólares a pesos, la demanda fortalece a la moneda y la libre flotación del peso es al final del día expresión del volumen de divisas que entran a México.
Esto puede ser por el dinero que llega a los mercados de capital, o bien al desarrollo de proyectos de inversión productiva.
López Obrador entregó la moneda con una ganancia de 3% respecto a los dólares de 20.41 que recibió de Enrique peña Nieto, al día del hoy Claudia Sheinbaum Pardo tiene un resultado similar y aunque es temprano todavía para afirmar que la moneda seguirá firme a lo largo de toda su administración, el hecho es que hay indicadores que hablan de un éxito en el modelo económico implementado por la cuarta transformación.
El más notable y creo que ademas el más importante es la reducción de las personas en condición de pobreza, de acuerdo con el Banco Mundial entre 2018 y el 2024 11 millones de mexicanos dejaron de ser pobres, por efecto de las estrategias de aumento en los salarios y las políticas de transferencia implementadas por la 4T.
El dato es contundente, la población en condición de pobreza paso de 57 a 46 millones en solo 6 años y México se convirtió en el país de América Latina con mayor éxito en esa estrategia.
Claro, el hecho de que permanezcan 46 millones de mexicanos en pobreza, hace ver que falta mucho trabajo para estar satisfechos.
Por eso las estrategias económicas, como la creación de empleos y el impulso de la economía a partir de proyectos de infraestructura es algo esencial.
Lo mismo es persistir en las alzas salariales y persistir en los programas de bienestar, mismo que fueron reforzados por Claudia Sheinbaum, enfocándose ahora a 2 extremos de la población, las mujeres adultas mayores de 60 años, que por lo general no tienen una fuente de ingresos pues se han dedicado en su inmensa mayoría al hogar, a los niños en edad escolar, esto con la finalidad de combatir la deserción de los estudios y formar ademas una nueva generación de mexicanos con mejor educación, esto se hace con el plan de Becas Rita Cetina.
Adicionalmente la presidenta busca mejorar la salud de los adultos mayores con el programa de Salud Casa por Casa, ademas de dar condiciones de estabilidad a los jóvenes y los trabajadores con el plan de desarrollo de viviendas.
Todos los programas de transferencia económica y desarrollo social de la presidenta tiene un fin doble que es por una mano sacar a más personas de condiciones de pobreza y de pasada incentivar el dinamismo de la economía.
Para darse una idea de que gobiernos han sido exitosos y cuáles desastrosos en el manejo de la economía poniendo como parámetro el tipo de cambio peso-dólar, se puede observar que Manuel Ávila Camacho es el único presidente que tuvo una gestión favorables tiempos de los gobiernos de la revolución con una ganancia de 10.2% para nuestra moneda, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz en la época del desarrollo estabilizador tuvieron devaluación cero en 12 años continuos y a partir de ahí, todos fueron un desastre, con los peores resultados en los años 80 del siglo pasado, justo cuando se instauró el régimen neoliberal, así Miguel de la Madrid devaluó en 1,437%, José López Portillo en 646% y Carlos Salinas de Gortari en 131%.
Ellos no fueron los únicos pero sí los peores, Ernesto Zedillo devaluó un 80%, Enrique Peña Nieto en 51.5%, Felipe Calderon en 19.4% y Vicente Fox en 13.7%, hasta que llegó López Obrador y ganó el mencionado 3% y ahora Sheinbaum parece repetir la hazaña.
Ahora a nadie le cabe duda en qué sexenios sobrevinieron los mayores desastres económicos y se condenó a más gente a la marginación y la pobreza, y coinciden justamente con los que tuvieron una desastrosa política monetaria.
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