López Obrador definirá el futuro del NAIM y de otros cuatro proyectos de infraestructura, entre los que se encuentran el Tren Interurbano México-Toluca y el viaducto Indios Verdes-Santa Clara.

El Financiero/Axel Sánchez

En agosto, Andrés Manuel López Obrador, virtual triunfador de las elecciones para presidente de México, definirá el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), declaró la semana pasada Javier Jiménez Espriú, quien fue propuesto para encabezar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en la próxima administración.

Aunque el exdirector de Compañía Mexicana de Aviación ha dicho que se decidirá sobre tres opciones (concesionar el proyecto, combinar el AICM con dos pistas en la base aérea de Santa Lucía o mantener la obra actual), expertos auguran que AMLO y su equipo se inclinarán por ésta última ante el avance de 40 por ciento que lleva y tras licitarse más del 70 por ciento de los contratos.

Además del NAIM, hay cuatro proyectos de infraestructura que iniciaron su construcción en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y que serán inaugurados por López Obrador.

Se trata del Tren Interurbano México-Toluca, proyecto El Zapotillo para el abastecimiento de agua potable para la ciudad de León, el ferrocarril Aguascalientes-Guadalajara y el viaducto Indios Verdes-Santa Clara. Los 5 implicarán inversiones por alrededor de los 320 mil 199 millones de pesos, equivalentes a 16 mil 764 millones de dólares.

Según los expertos, algunos de ellos pasarán a la administración de AMLO por su tamaño y tiempo de construcción -pues van más allá de un sexenio-, y otros por contratiempos relacionados con una mala planeación.

Ascensión Medina, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México, dijo que un problema recurrente en las administraciones del país -no sólo la de Peña Nieto-, es la falta de planeación, por lo que es necesario el desarrollo de un ‘banco de proyectos’.

“Se requiere planificación, obtención de derechos y desarrollo de ingeniería a detalle para edificar una obra, si esto mejora se pueden evitar ‘malas prácticas’. Buscamos reunirnos con la nueva administración (de AMLO), queremos apoyar en la planeación de obras para el nuevo gobierno”, agregó.

Por su parte, Antonio Hernández, gerente del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CICM) de la CMIC, comentó que los recortes presupuestales también afectaron el desarrollo de ciertas obras.

“Fue bueno el progreso de infraestructura del país en estos últimos seis años, aunque algunos proyectos se detuvieron o retrasaron por el entorno económico externo negativo -como la reducción de los precios de petróleo y la inestabilidad financiera- que jugó en contra para alcanzar la meta”, añadió.

Ahora, destacó, el nuevo gobierno tendrá por objetivo seguir impulsando estas obras, pues algunas (como el NAIM) están en una primera fase y requieren avanzar para impactar a la economía de las familias.

Se trata de uno de los proyectos más importantes de infraestructura en la historia del país y busca solucionar los problemas de saturación del AICM.

Contará con seis pistas -de las cuales tres operarán de forma simultánea-, y atenderá a 191 mil pasajeros al día.

Según estimados del actual gobierno, la obra requerirá de inversiones por 13 mil millones de dólares y su primera etapa será inaugurada en 2020.

El titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, comentó que la administración de AMLO recibirá el NAIM con un avance de 40 por ciento en su construcción.

Para el presidente de la CICM no hay riesgo en la obra con el nuevo gobierno, pues cree que se buscarán más inversionistas privados y reducirá la participación del gobierno en el proyecto.

La obra que tendrá una longitud de 58 kilómetros y conectará a la Ciudad de México con la capital del Estado de México atenderá diariamente a 230 mil personas e implicará una inversión de 38 mil 608 millones de pesos.

Aunque el plan inició en 2014, ha tenido muchos retrasos en su construcción, ya que se tuvieron que modificar varios trazos ante la inconformidad de vecinos y la falta de permisos.

Además, la obra se encareció, lo que el titular de la SCT atribuyó a una mayor inflación en los materiales de construcción y la debilidad del peso. Se espera que inicie operaciones en mayo de 2019.

La presa que abastecerá de agua a León, Guanajuato, tendrá un presupuesto total superior a los 16 mil millones de pesos. Además de dicha presa, la obra incluye un acueducto, una planta de potabilización e infraestructura de macro distribución.

Zapotillo tuvo retrasos y sobrecostos por nuevos estudios, pago de indemnizaciones, obras complementarias y reubicación de localidades afectadas. Además, se encareció por la asesoría técnica-administrativa y normativa y la supervisión técnico-administrativa. Tan sólo de 2014 a 2017 se ejercieron 5 mil millones de pesos del presupuesto.

Desde 2017, se anunció que no se terminaría de construir en la administración del presidente Peña Nieto.

Con un presupuesto de 11 mil 593 millones de pesos y una longitud de 188.1 kilómetros, busca complementar las inversiones del puerto de Manzanillo y agilizar la carga del Pacífico a EU. Este tramo formará parte de los corredores ferroviarios Manzanillo-Tampico y Manzanillo-Nuevo Laredo.

Este proyecto lleva más de un año suspendido por las autoridades federales, pues aún deben de arreglarse los derechos de vía con los vecinos de la zona -Gustavo A. Madero- para continuar con el proyecto.

La obra implicará una inversión superior a los 5 mil millones de pesos y servirá para destapar el cuello de botella que se hace entre el Estado de México y la capital del país.

Se espera que la construcción se reanude en 2019 para iniciar operaciones un año después.

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