Visité Sonora la semana pasada y entre los lugares en los que estuve destaca Cananea, epicentro del sector minero nacional, esa pequeña ciudad que representa enormes riquezas minerales y un alto potencial de desarrollo, mi visita me dio algunas certezas.

El motivo de mi presencia en el mineral, fue asistir a la Expo Minera que por primera vez se desarrolló en gran formato y la verdad es que es increíble todo lo que ocurre alrededor del sector extractivo sonorense.

Sabemos que la entidad es líder absoluto a nivel nacional en producción de cobre, con el 90% de la extracción de ese metal industrial, lo que poco se dice es que también es líder en producción de oro, el único productor de grafito y wollastonita, produce también plata, molibdeno, gemas preciosas carbón antracítico (con aplicaciones importantes en el sector siderúrgico), hierro, zinc y dispone de enormes reservas de litio y de las llamadas tierras raras.

De hecho, mi estado está asentado sobre lo que los expertos e ingenieros en minas llaman un “mar geológico” y no deja de llamar la atención de propios y extraños el alto nivel de integración que tiene la minería con la economía estatal.

El valor de la industria extractiva en Sonora equivale al 25% del producto estatal, pero sus conexiones con redes de proveedores, prestadores de servicios, sean de comercio, transporte o logística, hace que en los hechos la minería toque al 50% de la economía estatal.

Esto no solo se aprecia en Cananea y la zona aledaña, es palpable en la capital del estado y en muchas otras regiones, pues la minería está presente en Álamos, en Nacozari, en zonas remotas de la entidad de la sierra como Sahuaripa, en el desierto de Altar, en Caborca y existe la certeza de que en Sonora hay enormes riquezas minerales por descubrir.

Un buen amigo que ya falleció me decía que la minería estaba a la espera de una revolución tecnológica y que en ese momento la riqueza mineral de Sonora sería apreciada y sobre todo daría una aportación muy relevante a la economía y al desarrollo de México, en niveles incluso más profundos que los que ha aportado la riqueza petrolera.

El momento parece haber llegado, hay guerras como la Rusia y Ucrania, en las que el tema central es el control de los recursos minerales; hay especulación sobre el litio y otros minerales.

Conversé en mi visita a Cananea con Héctor Ortiz, que es el presidente de la Asociación de Mineros de Sonora, también tuve una plática con la senadora por Sonora Lorenia Valles Sampedro, presidenta de la comisión de minería del Senado de la República, ambos personajes me confirmaron lo que ya he comentado aquí y es que el impulso que tomará el sector minero en esta nueva fase de relación con los Estados Unidos, es uno de los elementos clave.

Es muy importante el momento que vivimos, porque la ausencia de aranceles especiales a México, permitirá consolidar proyectos y procesos.

El mismo Héctor Ortiz, me decía de la necesidad de establecer industrias de valor agregado en Sonora para el cobre, el zinc y el oro, de modo que puedan refinarse esos metales, y ser utilizados como elementos en los proyectos de semiconductores y electromovilidad, más allá de exportarlos en bruto como se hace actualmente a los Estados Unidos o rumbo a Asia.

La senadora Lorenia Valles, me explicaba que existe el ánimo de legislar favoreciendo el desarrollo minero, con el enfoque de sacar el mejor partido posible a la riqueza geológica de Sonora y empatar todo esto con el Plan México, de tal suerte que las producciones de minerales y metales que se tienen en Sonora y otras entidades como Zacatecas, Guerrero y Chihuahua, sean un factor de desarrollo en el futuro inmediato.

Conversé también con la presidenta municipal de Cananea, en este caso Esmeralda González, la primera mujer que encabeza el gobierno de ese municipio minero y pude constatar con ella que, la visión de desarrollar y empujar al mineral pasa justo por los acuerdos con las grandes empresas mineras ahí presentes.

Me dijo en la plática: “Podemos hacer grandes cosas, estamos en el punto donde se genera la riqueza desde el subsuelo, y si logramos ponernos de acuerdo con Grupo México, con minera Frisco, con los distintos proveedores, creo que seremos capaces de alcanzar metas en desarrollo urbano, social y comunitario, que a la fecha nos han estado vedados.

La visión de Esmeralda, es que en Cananea se pueda hacer un segundo piso de justicia y de transformación, consiguiendo a partir de una buena vinculación con el sector minero y con las empresas presentes ahí, un gran acuerdo que favorezca el desarrollo de la región.

En Sonora, sin duda se da un cambio y es justamente este tipo de acuerdos, entre los mineros, la comunidad y los gobiernos, lo que acabará por transformar la realidad del estado.

Cananea, es un enclave de riqueza y desarrollo y puede ser la clave para una nueva fase de crecimiento y desarrollo, a partir del nuevo enfoque en la relación y la posición de México ante los Estados Unidos y el mundo.

Lo más interesante es que Cananea está enclavado a unos cuantos kilómetros de la frontera con ese país y tal como es el caso de Sonora, representa una gran oportunidad de desarrollo.

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