Montevideo. Un equipo de arqueólogos de Guatemala y Eslovaquia halló una ciudad maya de casi 3 mil años en el noreste de Guatemala con figuras, observatorios y altares que podrían indicar el origen de la religión de esta antigua civilización centroamericana, informaron el jueves las autoridades​​​.

«Se trata de un sitio único que puede servir mucho para el estudio del culto y figuras mitológicas de la primera ocupación maya de la región», dijo en conferencia de prensa el arqueólogo eslovaco Milan Kovac, director del proyecto de excavación, junto a representantes del Gobierno.

El área en que se trabaja es de 1 mil 200 kilómetros cuadrados, en el noreste de Petén, cerca de la frontera con México, y en ella se han descubierto unos 176 asentamientos.

Los más importantes, llamados Los Abuelos, Cambrayal y Petnal, forman un triángulo, con una distancia de cinco kilómetros entre cada uno.

El sitio Los Abuelos, descubierto en 2023 y de 16 kilómetros cuadrados de superficie, debe su nombre a dos figuras halladas por los expertos sentadas sobre un pequeño altar

El lugar tiene tres núcleos de varias épocas y el más importante data del período preclásico medio, es decir, de los años 900-800 a.C dijo Kovac.

El equipo halló un observatorio astronómico de alrededor del 600-500 a.C. con la misma forma y orientación que el que se encuentra en el sitio arqueológico cercano de Uaxactún, aunque más antiguo.

También encontró un altar, frente al observatorio, con un fogón y debajo una vasija como ofrenda, fechada en el 500 a.C..

Sobre el altar fue grabado un sign que según la evolución posterior de la escritura maya significa nube.

«Por eso creemos que el altar fue dedicado al dios de la lluvia, también en su cercanía encontramos un altar en forma de rana que también seguramente estaba relacionado al dios de la lluvia», explicó el experto.

En el sitio también se hallaron fragmentos de estela con grabaciones y tallados del preclásico medio, en las que se aprecia por ejemplo la figura de un dios con un caracol en la espalda.

«Rara vez se ven tantos fragmentos del preclásico medio eso sí nos llama mucho la atención (…) Seguramente es su primera imagen de este tipo de dios y es importante para el estudio del inicio de ideas religiosas de los mayas de Petén», dijo Kovac.

Pero lo más importante son las dos figuras de piedra de aproximadamente un metro, sentadas mirando al oeste sobre un templo de un metro y medio de alto y 20 metros de ancho, del preclásico medio.

Representan un hombre y una mujer y no hay otras figuras por el estilo en el resto del sitio, aunque sí en Uaxactún.

«Ya tenemos dos ejemplos de de este culto que consideramos es un culto ancestral y que podrían representar progenitores o el origen de la humanidad o el origen de las familias o clanes del mismo sitio», explicó el arqueólogo.

También podrían representar a muertos envueltos en una mortaja porque no tienen rasgos en la cara.

A los pies de la figura fueron halladas ofrendas de cerámicas rotas de todas las fases del período preclásico.

«Eso significa que el pequeño templo funcionó casi por 1 mil años, luego fue abandonado y después lo encontraron en el clásico tardío, aproximadamente en el 800 d.C. y siguieron el culto», dijo Kovac.

Además se halló un entierro con un cráneo completo de un hombre de unos 30-40 años, con una ofrenda que data del 500 a.C. y otro del 800 d.C.

En el sitio los expertos encontraron fragmentos de cerámica con glifos que representan cacao, nombres de personas y el nombre del lugar, aunque incompleto, así como un fragmento de un tambor con letras que dicen «sonidos de tambor» no conocidas anteriormente.

«Se encontraron otras iconografías y epigrafías que representan un alto nivel de arte y que los habitantes eran de clase alta», explicó el científico.

Además se hallaron cuatro altares en forma de rana que son similares a los encontrados en la costa del país, a casi 700 kilómetros de distancia y que evidencia el contacto que tenían las regiones.

En Petnal, considerado el centro político de la región descubierta, se halló una pirámide de 33 metros de altura con un cuarto que tiene restos de pintura que datan del fin del preclásico, es decir entre el 100 y 250 d.C., así como altares en forma de rana.

En tanto, en el tercer lugar, Cambrayal, también se hallaron figuras e iconografías similares a las de la costa, del clásico tardío, y en el palacio central un sistema de canales de 57 metros de largo que habría sido un desagüe.

El sistema va desde la cima del palacio, de lo que supuestamente es una piscina de 24 metros de largo, 70 centímetros de profundidad y 2,5 metros de ancho, atraviesa la fachada y termina en la parte trasera del edificio.

Los canales tienen 50 por 40 centímetros.

«Todavía es un enigma cuál fue su función y por qué fueran tan grandes», dijo Kovac.

Los mayas ocuparon el sur de México y el norte de Guatemala, así como partes de Belice, El Salvador y Honduras, desde el 2000 a.C. con su auge entre el 400 y 900 d.C.