El potencial que tiene el Estado De Sonora como centro de desarrollo logístico e industrial, se viene acentuando a partir de la nueva dinámica que se ha metido nuestro país y en específico la región de el noroeste de México en asociación con la aledaña zona del suroeste de los Estados Unidos.
Resulta evidente que antes de correr hay que caminar a paso firme y en este enfoque es fundamental que pasemos como país por la fecha de el 2 de abril próximo, cuando el gobierno de Donald Trump defina al final del día, cuál será su política arancelaria a nivel internacional, y cómo es que pretende manejar la relación con su principal socio comercial, en este caso, México.
Esto significa que una vez que el presidente de los Estados Unidos tome las decisiones del caso, podremos continuar asimilando las circunstancias con el proceso de relocalización de operaciones de corte industrial, con la finalidad de aprovechar a fondo el potencial que tiene la región.
Es importante decir que aún la eventualidad de aranceles de cualquier orden no implica tener estos procesos, simplemente habrá que adaptar la industria de este sector a las circunstancias.
La asociación que tienen México y Estados Unidos no es un tema que se reduzca a aranceles, sí, o aranceles no, la competitividad, el atractivo y el potencial de crecer desde la región noroeste a todo el mundo es una realidad, y obviamente la posibilidad de qué las cosas se mantengan en términos de la relación bilateral, como hasta ahora daría mayor empuje.
Sin embargo, factores relacionados a los costos logísticos, costo de la mano de obra, disponibilidad de recursos humanos y materiales, y la presencia de infraestructura adecuada para el comercio binacional, son la clave.
Una vez resuelta, la aduana del 2 de abril, es que podremos adelantarnos en el camino.
Aún así, todo se prepara para el futuro, la gran apuesta De Sonora y estoy seguro que de México para el futuro es el puerto de Guaymas, del cual ya se habla como la plataforma logística binacional para el nearshoring, en términos de lo que están desarrollando los estados de Sonora y Arizona en conjunto.
En el pasado no muy lejano, le planteé al expresidente Andrés Manuel López Obrador, la necesidad de establecer un corredor industrial que hiciera las veces de centro logístico, de desarrollo tecnológico y de fabricación de insumos industriales para atender las necesidades de ambos países en el entorno más cercano y con las condiciones más competitivas.
Este proyecto es necesariamente el puerto de Guaymas y parte de la lógica de una vinculación con toda la franja fronteriza desde San Luis Río, Colorado, hasta Ciudad Juárez, y desde entonces se ha venido desarrollando la infraestructura del caso, una Red carretera, una modernizada, Red ferroviaria, nuevos puertos, fronterizos en Nogales, Agua Prieta, Naco, Sonoyta, San Luis Río, Colorado, y también una vinculación carretera de Sonora a Chihuahua por dos vías, dan esa posibilidad.
Ahora lo que se necesita es entrarle de lleno a las nuevas fases de desarrollo del puerto de Guaymas, es decir, ya se logró la modernización, el dragado, la habilitación de patios para operaciones de carga, pero hace falta establecer las condiciones para disponer de un puerto de contenedores de alto, volumen de tal suerte que Guaymas se convierta en Puerta de entrada para insumos desde todo el mundo a el suroeste de los Estados Unidos, y que también sea a su vez punto de salida de productos terminados, minerales, combustibles, granos, todo tipo de productos alimenticios, que puedan exportarse desde nuestra región hasta el resto del mundo.
El gobierno de Sonora en alianza con el gobierno del vecino estado de Arizona ha trazado una estrategia, sin embargo, hace falta el visto bueno final y el impulso que pueda darle la Federación a este proyecto.
A este plan ya se le llamada “la puerta logística del Noroeste” y “Sonora-Arizona nearshoring hub”.
Se trata de aprovechar todas las ventajas competitivas antes descritas e incorporar un esquema de incentivos fiscales, para establecer polos de desarrollo, considerando la vinculación desde la frontera con Arizona hasta toda la región circundante, Guaymas, incluyendo yo Obregón para tomar el impulso que se necesita para un gran desarrollo.
Justo en este contexto, la semana pasada estuvo en Sonora, la coordinadora del Consejo asesor para Larre, relocalización y el desarrollo económico de México. En este caso Altagracia Gómez Sierra, quien se reunió con el gobernador Durazo y empresarios representativos de los sectores relacionados a las industrias, a fin de evaluar los proyectos y determinar su viabilidad a corto y mediano plazos con la finalidad de comprometer así el apoyo del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a impulsar a Sonora como la punta de lanza que se necesita para patentar esa nueva fase de desarrollo que pudiera tener al Noroeste de México, como su mayor resorte.
Altagracia Gómez tuvo en sus manos en esa reunión, los proyectos, los montos de inversión y además pudo alimentarse al respecto de la visión que tiene los empresarios de cómo podrá hacerse todo esto.
Evidentemente la decisión está en manos de la presidenta de la República, pero hay avances importantes, por ejemplo la apuesta de construir el ferrocarril del pacífico para vincular la frontera con Arizona con el centro del país es un hecho dentro de la visión desarrollista de la 4T.
Ahora es necesario convencer a la presidenta Sheinbaum de qué hay mucho más futuro con el desarrollo de la región que el que se pudiera pensar y que la perspectiva de hacer de México, una potencia económica está al alcance de la mano.
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