Por Alice Tidey
Publicado 26/03/2025 – 13:25 CET
La UE quiere que cada Estado miembro elabore un kit de supervivencia de 72 horas para que los ciudadanos puedan hacer frente a cualquier nueva crisis que pueda surgir, como parte de su Estrategia de Preparación de la Unión, que también pide un mayor almacenamiento de suministros esenciales y una mejor cooperación entre civiles y militares.
La estrategia presentada el miércoles por la Comisión Europea incluye una lista de 30 medidas concretas que los Estados miembros de la UE deben adoptar para reforzar su preparación ante posibles crisis futuras, desde catástrofes naturales y accidentes industriales hasta ataques de agentes externos en los ámbitos cibernético o militar.
«En la UE debemos pensar de forma diferente, porque las amenazas son diferentes, debemos pensar a lo grande porque las amenazas también son mayores», declaró a la prensa Hadja Lahbib, comisaria de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis. Junto a ella, Roxana Minzatu, comisaria de Preparación, añadió que el bloque «no parte de cero».
«La pandemia de la COVID-19 ha demostrado que el valor añadido de actuar juntos, en solidaridad, en coordinación, en el marco de la Unión Europea es absolutamente crucial, Esto es lo que nos hace más eficientes, nos hace más fuertes», dijo.
La población debe comenzar a prepararse
Una de las áreas clave identificadas es la necesidad de mejorar la preparación de la población. La Comisión insta a los Estados miembros a garantizar que los ciudadanos dispongan de un kit de emergencia que les permita ser autosuficientes durante un mínimo de 72 horas en caso de que se queden sin suministros esenciales.
Varios Estados miembros ya cuentan con directrices de este tipo con plazos variables. Francia, por ejemplo, exige un kit de supervivencia de 72 horas que incluya alimentos, agua, medicinas, una radio portátil, una linterna, pilas de repuesto, cargadores, dinero en efectivo, copias de documentos importantes, incluidas recetas médicas, llaves de repuesto, ropa de abrigo y herramientas básicas como navajas multiusos.
El plan de la Comisión pretende armonizar las directrices en los 27 Estados miembros para garantizar que «todo el mundo, a distintos niveles, tenga, por decirlo así, un manual de lo que hay que hacer cuando suenen las sirenas», dijo un alto funcionario de la UE, que habló bajo condición de anonimato.
«El nivel de preparación en la Unión y en los distintos Estados miembros es muy diferente. No cabe duda de que la preparación se entiende de distintas maneras en los distintos Estados miembros», añadió el mismo funcionario.
Aumento de las reservas
Otro punto clave de la estrategia es aumentar las reservas de equipos y suministros esenciales, contramedidas médicas como vacunas, medicamentos y equipos médicos, materias primas críticas para que la producción industrial o los equipos estratégicos puedan continuar, y equipos energéticos.
Bruselas ya ha presentado en las últimas semanas propuestas para impulsar el almacenamiento de medicamentos críticos y minerales esenciales, una competencia que corresponde a los Estados miembros.
El objetivo de la estrategia de preparación es «reunir todo esto e identificar cómo interactúan los arsenales, cuáles son las experiencias comunes para aprender unos de otros», dijo otro alto funcionario de la UE, que también habló bajo condición de anonimato.
Esto podría implicar la creación de más reservas de protección civil en la UE, que se sumarían a las ya existentes en el marco del mecanismo RescEU. Pero «algunas de ellas podrían ser a nivel nacional, otras virtuales, básicamente acuerdos con el sector privado, y otras físicas».
«Ese es un debate que tenemos que mantener: cuál es la mejor configuración posible para garantizar el objetivo último de la continuación de estas funciones sociales vitales en cualquier circunstancia», añadió el funcionario.
Hacer frente a los «puntos ciegos» en la respuesta a las crisis
La mejora de la cooperación entre las autoridades civiles y militares en caso de crisis también se considera una prioridad clave. La Comisión dijo que establecerá un marco de preparación civil-militar con funciones y responsabilidades claras y ha pedido que se realicen ejercicios periódicos para poner a prueba las mejores prácticas.
«Tenemos muchos ejemplos, por desgracia, en la vida real, del tipo de amenaza para la que tenemos que estar preparados», declaró uno de los funcionarios citados, entre ellos actos de sabotaje, campañas de desinformación y ciberataques. Identificar las funciones de las autoridades civiles y militares es un proceso que ya ha comenzado, añadió el funcionario, citando actos de sabotaje en el mar Báltico.
«Ahora estamos analizando cómo estamos reaccionando y dónde están los puntos ciegos, dónde podríamos ser más eficientes, dónde podríamos ser más rápidos, qué más podríamos hacer», añadió. Todo este trabajo se apoyará en un nuevo centro de coordinación de crisis de la UE, y en una evaluación de riesgos y amenazas, la primera de las cuales se publicará a finales de 2026.
Preguntado por qué el Ejecutivo comunitario necesita más de un año para elaborar este documento, uno de los funcionarios dijo que se trata de un proceso «complejo» con «muchas contribuciones de los Estados miembros» y otros análisis sectoriales publicados en distintos plazos.
«Para reunir todo esto, analizarlo y elaborar un documento que sea digerible y aporte valor añadido, hace falta un poco de tiempo. Por eso, no querríamos hacerlo en varias semanas, porque existe el riesgo de que algo se pase por alto (…) y falten algunos elementos de análisis e información», señalaron.
Mientras tanto, la Comisión publicará alertas tempranas ad hoc y creará este año un panel de crisis para mantener informados a los Estados miembros sobre los riesgos que se avecinan y recopilar datos para prepararse.