Se trata del Concurso del Libro Sonorense 2018 y el XLV Concurso Nacional de Poesía Anita Pompa de Trujillo

Con la participación de 207 obras literarias, este lunes se abrieron las plicas de las obras ganadoras del Concurso del Libro Sonorense (CLS) 2018 y el XLV Concurso Nacional de Poesía Anita Pompa de Trujillo

En el Concurso del Libro Sonorense 2018, resultaron seleccionados: Carlos Padilla (Ensayo), Claudia Velina Reina (Dramaturgia), Ismael Serna (Poesía), Fernanda Ballesteros Fernández (Crónica), Selene Carolina Ramírez (Cuento) y Hugo Medina (Novela). En el Concurso Anita Pompa de Trujillo, la poeta chiapaneca, Tania Ramos Pérez.

Así se dio a conocer este lunes durante la apertura de plicas realizada en la Sala de Juntas del ISC, ante la presencia de la Notaria 106, Lic. Elizabeth González Madrid; del director general, Mario Welfo Álvarez Beltrán; la coordinadora general de Artes, Marianna González Gastélum y el coordinador de Literatura y Bibliotecas, Josué Barrera Sarabia.

“Es un verdadero gusto ver la alta participación de escritores en el tradicional Concurso del Libro Sonorense, el cual siempre ha causado mucha expectativa. Este año participaron 147 trabajos y en el Anita Pompa se triplicó en relación al año pasado con 60 trabajos escritos sólo por mujeres como lo establecimos por primera vez en esta convocatoria”, explicó el titular del ISC.

Álvarez Beltrán informó que la premiación se realizará el jueves 1 de noviembre a las 10:00 horas en Palacio de Gobierno en el marco de la Feria del Libro Hermosillo 2018. En el CLS, las y los autores de cada género literario obtendrán 60 mil pesos, la publicación del libro y en el caso del libro ganador en Ensayo, la coedición con una editorial nacional. En el Anita Pompa, el premio es de 20 mil pesos

Los dictámenes

Tania Ramos Pérez de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, ganó el XLV Concurso Nacional de Poesía Anita Pompa de Trujillo con el poema Los ministerios del polvo, presentado bajo el seudónimo de Muria.

El jurado conformado por Alba Brenda Méndez y Alejandro Rivas Santoyo, describió las razones en el dictamen: “Por la aportación de la figura de la mujer expresada mediante una gran riqueza de imágenes poéticas y una unidad temática y rítmica mediante el verso libre”.

En el caso del CLS, María Rivera, Liliana Pedroza y Rodrigo Castillo seleccionaron el Ensayo: “Los crímenes de Juan Justino y Rodrigo Cobra: una investigación policial sobre la literatura de Gerardo Cornejo y Alonso Vidal”, de Carlos Padilla, presentada con el seudónimo de Chevalier Auguste Dupin.

El motivo: “Es un libro propositivo, tanto en sus recursos estructurales (como género híbrido entre la ficción y el ensayo) así como en el tema que propone: una discusión sobre la novela policiaca en Sonora mientras plantea una inteligente defensa de la narrativa del norte de México que atiende el fenómeno de la violencia y el narcotráfico como una forma identitaria, insertándose en el debate sobre su legitimidad, surgido en el centro del país hace unos años, resolviéndolo con inteligencia.

“Asimismo, es una puerta de entrada, crítica y creativa, a las novelas de Cornejo y Vidal al usar la ficción como  metadiscurso de la novela policiaca escrita en Sonora a finales del siglo pasado, en el contexto de la literatura nacional. Transgrede las formas del ensayo a través de la hipertextualidad, en el que transforma una investigación sobre la literatura policial en Sonora en una narrativa literaria policial. Sus recursos no solo de investigación académica sino literarios que dialogan, en una construcción narrativa bien lograda, con el tema principal que es la novela policiaca. Así, el autor a través de un personaje resuelve dos conflictos: cuál es el inicio de la literatura policial en Sonora y un crimen dentro de la ficción mostrando así cómo funciona la novela policial clásica. Otro de los aciertos es cómo el conflicto literario contrapuntea con los personajes del búnker para desarrollar la sustentación a la pregunta sobre quién fue el primer escritor de novela policial en Sonora”.

En Dramaturgia, Iris García y Dante Medina, eligieron El fin del mundo, de Claudia Velina, obra presentada bajo el seudónimo de Leviatán, con el siguiente argumento: “Diálogos inteligentes, desarrollo interesante del conflicto con buen manejo del género fársico”.

En Poesía, María Rivera, Jesús Ramón Ibarra y Rodrigo Castillo, seleccionaron el libro :forma de olvido, de Ismael Serna, quien se firmó como Hielos de Pithaya. El motivo: “Logra crear una atmósfera donde se suceden momentos de auténtico lirismo insertados en un lenguaje opaco, al servicio del impulso narrativo. La forma sostenida a lo largo de todo el libro le posibilita la creación de una temperatura propicia, donde suceden hallazgos poéticos indudables. Su investigación consiste en crear un largo discurso desde donde explorar la memoria”.

En Crónica, Iris García y Rogelio Villareal, seleccionaron la obra Arigato, de Fernanda Ballesteros Fernández, presentada con el seudónimo Nikita Niponga, con este dictamen: “Un ejercicio interesante de escritura, con recursos tipográficos, formales, y una redacción clara, limpia e ingeniosa. Una propuesta experimental con un interesante diálogo con la literatura”.

La Novela de Hugo Medina, quien se firmó como Ken Shin, fue elegida por Daniel Salinas y Juan Esmero con este argumento: “Es una novela trabajada con oficio, con un pulcro manejo de lenguaje que coquetea con lo poético y traza en forma extraordinaria su marco histórico. Muestra distintos matices de violencia en una conquista de carácter religiosa a la que se mezclan las pasiones humanas y por la recreación con suficiencia de un episodio histórico del Japón medieval —la penetración de la ortodoxia cristiana en el archipiélago budista— contada a través de la visión del código samurái”.

En Cuento, el jurado integrado por Liliana Pedroza, Carlos Velázquez, Juan Esmerio, argumentaron que se trata de “una reunión de cuentos alrededor de las formas del deseo en que el autor explora, a través del erotismo, las diferentes expresiones de la sexualidad en las que atraviesa también la violencia o la fantasía. Más que claridad encuentro una transparencia en su lenguaje, en varios de sus cuentos hay un logrado ritmo narrativo y una buena construcción de personajes que nos hablan de la época actual”. El trabajo ganador corresponde a Selene Carolina Ramirez quien participó con el seudónimo de Aguamala, cuya obra lleva el nombre de Love is love o de cómo me ato las cintas.

Fuente: ISC

2 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí