El Foro Económico Mundial de Davos ha concluido con una mezcla de moderado optimismo y cautela para la economía mundial. La reunión anual en Suiza de líderes financieros y políticos llega tras un año de inflación disparada y una crisis energética alimentada por la invasión rusa de Ucrania.
Don miembros del último panel -Kristilina Georgieva, Directora General del Fondo Monetario Internacional, y Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo- han expresado su esperanza de que pueda evitarse una grave recesión.
Para la primera, «lo que ha mejorado es que la inflación parece haber empezado a ir en la dirección correcta, es decir, a la baja. La inflación general en particular. Lo que ha mejorado es la perspectiva de que China impulse el crecimiento».
Lagarde considera que «ahora nos dirigimos a un año en el que esperemos que las empresas, los consumidores, el Estado y los responsables políticos sigan teniendo ese enfoque resistente y decidido para diseñar las transiciones que deben tener lugar.
También han estado en Davos activistas por el clima, entre ellos Greta Thunberg. Han lanzado una petición en Internet exigiendo a las empresas energéticas que detengan cualquier nuevo proyecto de extracción de petróleo, gas o carbón, o se enfrentarán a posibles acciones legales.
