Una vez que consolide sus funciones para entregar recursos a sus beneficiarios, el Banco del Bienestar trabajará en una segunda etapa de operaciones: la dispersión de remesas, que es uno de los principales ingresos del país latinoamericano desde hace varios años.
«[El objetivo es] que puedan mandar las remesas los paisanos al Banco del Bienestar y no vamos a cobrar, vamos a buscar un mecanismo para apoyarlos, pero necesitamos primero consolidar la dispersión, luego remesas y otras cosas como créditos y demás, eso ya sería con otros Gobiernos», comentó López Obrador en su conferencia matutina desde Palacio Nacional.
El mandatario admitió que la institución financiera todavía no está terminada y adelantó que el objetivo es que haya 2.700 sucursales, con lo cual se convertiría en el banco más grande de México.
«Ya tenemos construidas más de 1.000 sucursales, pero las estamos equipando porque se requieren cajeros, y ahora con la crisis mundial [por la COVID-19] se nos ha dificultado el conseguir los cajeros», dijo.
De enero a noviembre de 2021, las remesas recibidas por el país llegaron a 46.834 millones de dólares, un nuevo récord histórico, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico). Con ese dato, las remesas a México ya suman 19 meses seguidos al alzapese a los problemas de desaceleración económica en el mundo debido a la pandemia de coronavirus.López Obrador estima que el Banco del Bienestar sea capaz de entregar recursos a sus beneficiarios por 500.000 millones de pesos (24.405 millones de dólares). Tampoco descartó que se puedan ofrecer otros servicios financieros, como créditos y préstamos.
