En un esfuerzo trinacional sin precedente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, el presidente de la República de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, así como el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, firmaron la declaración conjunta que crea el Corredor Biocultural Gran Selva Maya.
Con este acuerdo, los tres países coordinan acciones para preservar el patrimonio biológico y cultural de 5.7 millones de hectáreas, en lo que constituye la segunda selva tropical más grande de América en beneficio de dos millones de habitantes de 32 pueblos originarios.
La presidenta Sheinbaum destacó que es la primera vez que se reúnen los líderes de las tres naciones para trabajar en pro del medio ambiente y de la prosperidad compartida de los pueblos.
Expuso que el propósito es fortalecer la cooperación entre los tres países para construir una región más conectada, más sustentable, más justa y profundamente comprometida con el bienestar de sus pueblos.
Desde el municipio mexicano de Calakmul, que pertenece al estado de Campeche, la primera mandataria mexicana subrayó que México, Guatemala y Belice se encuentran ante una oportunidad histórica:
“Podemos convertir nuestras coincidencias geográficas, culturales y sociales en una alianza sólida que coloque en el centro la dignidad de las personas, la defensa de la naturaleza y la visión compartida de un futuro sustentable.”


Anunció que México inicia la segunda fase del programa Sembrando Vida en regiones de Guatemala y Belice para proteger los ecosistemas y mejorar las condiciones de los pueblos en esta región.
“Busca regenerar suelos, recuperar la cobertura forestal en lugares donde ha sido degradada y fomentar la autosuficiencia alimentaria. Pero, sobre todo, elevar el bienestar de las comunidades que durante años han sostenido el vínculo con la tierra.”
Afirmó que el verdadero desarrollo es el que genera bienestar, reduce desigualdades y preserva el entorno, por lo que es necesario actuar con responsabilidad y decisión.
“La Selva Maya, que compartimos con orgullo los tres países, representa mucho más que un territorio natural: es un pulmón para el planeta, un espacio de vida para miles de especies y un legado cultural invaluable que debemos preservar con visión de futuro.”
Resaltó que el acuerdo hará posible que la región sea ejemplo de equilibrio entre conectividad, justicia social y protección ambiental.

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, mencionó que el acuerdo compromete a los tres países a fomentar el uso sostenible de la selva y conservarla mediante la protección de los derechos humanos y culturales de las comunidades indígenas.
Detalló que la ejecución de tareas estará a cargo del Consejo de Autoridades de Áreas Protegidas, integrado por los tres países. El modelo será respaldado con la participación de organizaciones ambientales, del sector empresarial y académico, así como de la ciudadanía en el grupo trinacional de apoyo a la iniciativa.





“Poseemos un inmenso patrimonio; en consecuencia, tenemos una inmensa responsabilidad en la que México, Guatemala y Belice damos un gran paso al frente, porque protegiendo la gran Selva Maya protegemos la vida, la diversidad y honramos la historia para proteger el futuro.”
El primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, puntualizó que esta alianza honra el legado de la civilización que floreció en estos territorios con acciones de preservación de uno de los últimos pulmones del planeta y la herencia viva de los pueblos mayas.
“También es un puente hacia un futuro de desarrollo sostenible. Invitamos al mundo a sumarse a esta visión donde la protección ambiental y el respeto cultural sean universales.”

Corredor Biocultural Gran Selva Maya
Está ubicado en el corazón de Mesoamérica; incluye 27 áreas naturales protegidas (ANP) de Guatemala, 12 de México y 11 de Belice.
Estos territorios integran 5.7 millones de hectáreas: 2.7 de Guatemala, 2.4 de México y 0.6 de Belice, donde viven más de dos millones de habitantes de 32 pueblos originarios. Es el hábitat de especies como el jaguar, la guacamaya roja, el tapir y el quetzal.
Este mecanismo de cooperación regional enfrentará de manera conjunta la tala ilegal, el tráfico de especies, la expansión de infraestructura no autorizada, incendios forestales, cacería furtiva y contaminación ambiental.
Con el Corredor Biocultural Gran Selva Maya florece un modelo de conservación con justicia social para proteger la biodiversidad.
Asimismo, los tres países instituyen el 15 de agosto como Día de la Gran Selva Maya y crean el Mérito a la Conservación para reconocer las aportaciones de quienes preservan especies, ecosistemas y el uso sustentable de recursos naturales.
Los tres países reafirman el compromiso de proteger este santuario ecológico y convertirlo en una de las iniciativas ecológicas más ambiciosas del planeta.
